Prácticamente todos los países reconocidos oficialmente tienen una extensión de dominio propia. La Internet Assigned Numbers Authority (IANA) es la entidad que asigna estas extensiones para garantizar que cada país o territorio tenga su representación en Internet.
Sin embargo, puede haber razones específicas por las cuales algunos territorios o entidades aún no tengan un ccTLD funcional o visible en uso. Estos son algunos de ellos:
Reconocimiento internacional limitado o disputas políticas
Algunos territorios no tienen asignado un código ISO 3166-1 porque no son reconocidos como países independientes. Ejemplo:
- Kosovo: No tiene un ccTLD porque no es miembro completo de la ONU, aunque algunas organizaciones lo asocian con el código no oficial .xk.
- Taiwán: Tiene el ccTLD .tw, pero hay tensiones políticas respecto a su reconocimiento como país separado de China.
Territorios no independientes
Algunos territorios dependen de otros países y, aunque técnicamente podrían tener un ccTLD, no lo usan porque están vinculados a la administración de su país. Por ejemplo:
- Groenlandia: Tiene .gl, pero muchos sitios se gestionan bajo .dk (Dinamarca).
- Antártida: Tiene el código .aq, pero se usa poco porque el continente no tiene una población residente estable.
Dominio asignado, pero no implementado o utilizado
En algunos casos, un ccTLD ha sido asignado por la IANA, pero el país o territorio no ha implementado una infraestructura para gestionar el dominio. Ejemplo:
Sería el ejemplo de Sahara Occidental, que no tiene ccTLD porque no se reconoce como estado independiente; muchos sitios relacionados con el territorio usan .ma (Marruecos).
Problemas técnicos o administrativos
A veces, el dominio se asigna, pero no se gestiona adecuadamente por falta de recursos técnicos o disputas internas. Esto puede pasar en países en desarrollo o con administraciones inestables.
Poca demanda
En territorios con una población muy pequeña o baja conectividad a Internet, la implementación del ccTLD puede no ser una prioridad.
No obstante, el éxito de la implementación de un nuevo TLD no debe basarse en el volumen, sino en la calidad y servicio de representación que ofrece al territorio, cultura y su sociedad.
Además, existen múltiples ejemplos, como los que hemos mencionado anteriormente, en los que el dominio territorial se usa con otros fines y, además, con mucho éxito, aunque no por buenos motivos. Sería el caso del .tk, correspondiente a Tokelau, altamente usado por los ciberdelincuentes debido a su gratuidad y las pocas restricciones en su política de registro.
Dominios de países desaparecidos
Los cambios políticos también alteran la lista de dominios territoriales. Así, la desaparición de Yugoslavia comportó la descontinuación del .yu, su TLD correspondiente. En otros casos, el TLD se mantiene activo, como sería el caso del .su, relativo a la Unión Soviética, que pese a su desaparición y la existencia del .ru para Rusia, sigue activo y cuenta con múltiples dominios de segundo nivel.
Dominios de territorios no soberanos
Algunos territorios cuentan con dominios geográficos propios a pesar de no ser países soberanos, como sería el caso del .fo, correspondiente a las Islad Feroe; el .hk, correspondiente a Hong Kong; o el .vg, correspondiente a las Islas Vírgenes Británicas.
Dominios genéricos que representan territorios
Los dominios genéricos que representan culturas, sociedades o identidades propias pueden, a la práctica, verse como dominios territoriales, aunque técnicamente no lo son. En España tenemos varios casos, como el .cat, el .eus o el .gal.
Además, también existen extensiones de dominio para ciudades, como el .barcelona, .madrid, .tokyo, .paris o el .nyc para Nueva York. Conceptualmente representan más allá de la demarcación: representan la cultura, los negocios y el estilo de vida local. Están stechamente ligados al posicionamiento de los negocios locales.